El 19 de este mes cumpliste 1 año. Hace exactamente 1 año que nos encontrábamos por primera vez cara a cara, mas allá de las 41 semanas y 4 dias que te cobijamos en mi panza. Que te soñamos y te adivinamos, que te protejimos de las urgencias de los demás y que fuimos valientes por vos; valentía que fue uno de los primeros aprendizajes como tus padres.
Convertirme en madre de dos hijas mujeres en el presente que vivimos es tan esperanzador como desgarrador. Si, los dos extremos. Lloro y río. A veces soy inmensamente feliz y a veces siento que puedo desmayarme del miedo. Tu día, mas allá de ser una hermosa excusa para celebrarte y celebrarnos, no dejó de ser un día más para reflexionar. Para comprometernos una vez más con vos y con nuestra filosofía de vida, una filosofía donde creemos en criarte con respeto. Donde antes que un bebé rosado, sonriente y «nuestro», sos una persona con derechos. Una niña que se convertirá en un adulta maravillosa, sólo si nosotrxs te criamos con amor. Abrazándote siempre, escuchándote, dándole valor a tus necesidades. Dejando de lado el adultocentrismo y reflexionando con pensamiento crítico las «costumbres» con las que crecimos nosotros, tus ma-pás.
Ser tu mamá, Margarita, me obliga a ser crítica con todo lo que conozco y menos complaciente. Me empodera. Y duele empoderarse, duele deconstruirse, duele ver con otros ojos. Pero es necesario que así sea, si deseo con todo mi ser, que un día seas la mujer libre que tenés derecho a ser.
Cada vez que miro tus ojos, cada vez que te beso, cada vez que te abrazo, vuelvo al lugar donde quiero estar. A mi lugar favorito en el mundo. La reciprocidad entre nosotras es magia verdadera. De esa magia en la que creía allá lejos en mi propia infancia. Vos borras las dudas y con eso, me vuelvo aun más fuerte para protejerte todo lo que se pueda. Para alimentarte mas allá de la teta. Mirarte y agradecerte, decirte que soy una mamá orgullosa, pedirte perdón por lo que aun me falta aprender, contarte que podrás ser lo que quiera ser, cantarte canciones que son solo para vos, decirte en voz alta mientras te miro que sos perfecta, son mis momentos favoritos en nuestra rutina.
Feliz primer vuelta al sol hermosa Margarita. Sos magnífica. Sos maravillosa. Sos libertad, felicidad, emoción, aprendizaje. Sos todo lo bueno, todo lo que está bien.
Te amo con todo lo que soy y con todo lo que lucho por ser. Gracias por llegar así a nuestras vidas, no podría haber sido mejor.
